Adolescencia cerebral
El proceso de maduración cerebral –neurodesarrollo– empieza en la concepción y continua hasta la edad adulta. Dura aproximadamente 20 años.
Es un proceso ordenado por el que las distintas áreas van
alcanzando la madurez, siempre empieza por las áreas posteriores del cerebro y
avanza hacia las anteriores. El desarrollo estructural y funcional del cerebro
sigue un patrón universal que, en función de la edad cronológica, permite
distinguir etapas: primero el desarrollo anatómico –prenatal–, luego de la
autonomía motora –de 0 a 3 años–, seguido del desarrollo del lenguaje y del
conocimiento del entorno –3 a 10 años– para culminar con el desarrollo de la
identidad personal –adolescencia–.
Durante la adolescencia el crecimiento físico y la
maduración corporal son más evidentes y rápidos que en la edad escolar. Los
órganos sexuales internos y externos se desarrollan hasta alcanzar la capacidad
reproductiva que les es propia.
La conducta, las emociones, las relaciones sociales, la
forma de pensar, también van a sufrir un cambio espectacular.
En la adolescencia el cerebro sigue perfeccionando sus
capacidades cognitivas, la memoria, el lenguaje, el aprendizaje complejo…
aquellas habilidades que ya domina y sigue utilizando consolidarán los
circuitos que las sustentan. Las dendritas y axones que los conforman formarán
sinapsis (uniones de comunicación) más rápidas, más maduras, que para ello se
rodearán de mielina, una vaina que acelera la comunicación. Las habilidades que
no practique usarán menos los circuitos que las sustentan y se “desharán” las
uniones sinápticas en una especie de poda de lo superfluo. (Esto explica donde
fueron mis conocimientos de latín y mis clases de piano…)